viernes, junio 13, 2008

Diario vivir: Lo que una simple sonrisa significa

"Amor oculto"

Lo veo desde lejos, siempre cuando puedo me lo imagino con una sonrisa en su rostro. Que hermoso se ve en mis pensamientos, pero... él nunca sonríe. Me pregunto cuál será el motivo.

Jamás le he hablado, es más, ni siquiera sabe que existo. Siempre desde mi rincón, desde mi distancia, como un fantasma, como un espíritu, así de silenciosa, observando cada uno de sus comportamientos y reacciones. Como una sombra siguiéndolo para saber más de él, como una sombra siempre apegada a él, a cada movimiento, cada suspiro, cada segundo que pasa.

Oigo a todos a su alrededor decirle que es una persona fría y calculadora, a lo que él responde con absoluta indiferencia, diciéndo que no tiene otro modo de ser, ni motivos para no serlo. ¿Cómo no ven lo hermosa y tierna persona que puede llegar a ser? Con tan sólo mirarlo a los ojos puedo darme cuenta de la pureza de su mirada, de su inocente pensamiento, de su sincero carácter.

Es una persona misteriosa...

Jamás le he hablado y me da curiosidad hacerlo, pero yo no pertenezco a su mundo, eso lo tengo claro.

No me interesa que me conozca, eso no es lo que busco. Mi gran sueño es verlo como en mis pensamientos, con esa sonrisa tan reveladora, tan secreta, irradiando su encanto oculto. Mi gran sueño es verlo feliz...

Él no sabe que me vale más su felicidad que mi propia vida. Yo vivo de sus emociones, lloro cuando está mal, río cuando sé que él lo haría y me enojo cuando alguien trata de pasarlo a llevar. Él ante estas cosas no demuestra emociones, simplemente las evita, le es indiferente, pero para mí ver cada acto realizado por él, es una meta más alcanzada por mí. Poder haberlo visto y sentido como si estuviese a mi lado.

Si tan sólo él supiera, que alguien vive únicamente por verlo alguna vez en la vida sonreir... por verlo llegar a encontrar su felicidad.

Te seguiré donde vayas...
Nunca estarás sólo...
Aunque no sepas de mi compañía...
Jamás te dejaré sólo...

martes, junio 10, 2008

Diario vivir: Cuando el adiós se acerca


"Un adios sin palabras"


"Imagínate esa típica película en blanco y negro.
Yo, parada en un andén de trenes, con mi pesado equipaje.
Un viento helado me revuelve el cabello, cierro los ojos, un escalofrío recorre mi cuerpo.

Imagínense una "yo" pensativa, con la vista perdida en la vía de trenes, observando como, de a poco, se acerca lo que me llevará lejos de mi pasado. Cuando mi nube de pensamientos termina, el tren se detiene al frente mío y abre sus puertas.

El conductor avisa a los pasajeros que en unos minutos el tren partirá rumbo a su destino. El viaje sería largo...

Imagínense a mi "yo" mirando hacia las afueras de la estación, esperando a ese "alguien" que venga a detener mi viaje sin retorno.

Imagínense a mi "yo" observando a las personas corriendo para abordar el carro, otras despidiendo a su ser querido y muy atentamente mirando a aquella pareja que llegará a ser feliz.

Imagínen a mi "yo" hundiéndose en el último pensamiento. La penúltima ola de viento azota mi largo abrigo negro. Miro hacia el infinito, veo a ese "alguien" que corre hacia mi, en busca de "esa persona". Imagínen que "esa persona" soy yo y que ese "alguien" a quien busca es a mí.

Imagínen a ese "alguien" que no logra localizarme, y a aquel extraño y mágico estornudo que sale sin saber por qué, hace llamar la atención de ese "alguien".

Imagínense a ese tipo parado al frente mío, nervioso por alguna razón. "El último adiós", sólo imagínen esa frase saliendo de mis labios, la cual es callada por un cálido beso de ese "alguien".

Ahora la típica frase saliendo de sus labios "Quédate", y la respuesta inmediata, que se da en la típicas películas en blanco y negro "Es mejor para tí que me ale...". Imagínen la infaltable interrupción de un "Te amo".

Lo que sigue, la última llamada para abordar el tren que me llevaría a una nueva vida... y mi "yo" en los brazos de ese "alguien".

Imagínense que mi "yo" pierde ese tren y me ven observando como se aleja lo que se llevaría el pasado y traería consigo una nueva etapa de olvidos.

Imagínense la última frase saliendo de mi boca, "Yo también te amo", finalizando con el típico beso más apasionado de la película.

... Corre el último sople de viento y mi mente es despertada por la campana que avisa el cierre de puertas.

Imagínense esa típica película en blanco y negro pero sin ese "alguien" que corre buscando a "esa persona"; sin el estornudo que sale sin motivo; sin el "último adiós"; sin el cálido beso; sin esa frase saliendo de sus labios; sin el infaltable... "te amo".

Si no más bien mi "yo" abordando, ya sin esperanza, el "tren de la nueva vida". Sentándome al lado de la ventana, mirando con tristeza la última escena mostrada antes del "Fin"

...aquella pareja que llegaría a ser feliz...


"Fin"


"Espero que el equipaje llevado en esas maletas haya servido de algo"."